Tras la muerte de Rob Reiner, quien fuera asesinado junto con su esposa Michele Signer en su mansión de Los Ángeles, se han desatado una serie de terribles acontecimientos donde la realidad ha superado a la ficción.
Las autoridades, comenzaron a investigar el caso como un aparente homicidio pues los cuerpos de ambos presentaban múltiples puñaladas y un corte profundo en la garganta. Fue Romy, la hija de la pareja quien los encontró y quien se comunicó de inmediato al servicio de emergencias de Estados Unidos.
Nick Renier, el principal sospechoso
Unas horas después fue detenido Nick Reiner, el otro hijo de Rob y Michele. Este joven de 32 años quien, desde los 15 años lidiaba con problemas de adicciones, se encuentra bajo custodia con una fianza de 4 millones de dólares aunque la policía no ha sido clara con los posibles motivos del dobre asesinato, sin embargo, algunos familiares, aseguraron que hubo una fuerte pelea familiar en una celebración en casa de Conan O’Brien previa a Navidad el sábado por la noche, y que Nick se estaba comportando de manera muy extraña.
Tras estas declaraciones y notar que ninguna cerradura o ventana había sido forzada, y fue cuando se ejecutó una orden de cateo, misma que, tras algunos resultados, llevó a la detención del hijo del cineasta.
Trump politiza una tragedia
Esta tragedia, desató un problema de orden político pues Donald Trump hizo fuertes declaraciones sobre Rob, quien, se encontraba realizando un documental de entre 10 y 13 capítulos sobre la vida del presidente de Estados Unidos y de Vladimir Putin desde la infancia hasta cuando cruzaron sus caminos abarcando según sus palabras, lo que le sucede a la democracia como resultado de esta convergencia. Esto, según sus declaraciones, habría sido el mismo Putin quien a través de ciber ataques, ayudó a Trump a ganar las elecciones.
El aclamado director de Stand by Me, trabajaba en esta investigación con pruebas, porque para él, era como tomar el primer corte real de la historia
