El mundo de la música mexicana está de luto. Paquita la del Barrio, la icónica voz que convirtió el despecho en himnos y que nunca tuvo miedo de cantarle sus verdades a los «ratas de dos patas», ha fallecido este 17 de febrero en su natal Veracruz. Tenía 77 años y una historia de vida que ni telenovela de Televisa puede igualar.
Una vida entre traiciones, música y resistencia
Francisca Viveros Barradas, mejor conocida como Paquita la del Barrio, nació el 2 de abril de 1947 y desde muy joven entendió dos cosas: que el amor duele y que una buena canción de despecho te puede hacer millonaria. Sus letras, cargadas de crítica social, humor ácido y mucho coraje, se convirtieron en el estandarte de generaciones de mujeres hartas de los hombres infieles, mantenidos y, por supuesto, ratas.
Su mayor éxito, Rata de Dos Patas, no solo fue un golpe directo a todos los infieles del mundo, sino que hasta políticos y dictadores han sentido que les quedaba el saco. Sus canciones no pedían permiso, se imponían como un trago de tequila en la herida.
El adiós a una leyenda
Paquita pasó sus últimos años enfrentando problemas de salud, pero eso no le quitó ni el humor ni la lengua afilada. Hasta el final, su amor por el público y su autenticidad nunca flaquearon.
El comunicado de su familia no dio detalles sobre la causa de su muerte, pero lo cierto es que Paquita ya había dejado claro desde hace años que no necesitaba un hombre para vivir ni para morir.
El legado que deja es incalculable. Su voz seguirá resonando en cada karaoke, en cada boda donde alguien descubra que le pusieron el cuerno y en cada rincón donde una mujer se levante y diga: “Me saludas a la tuya”.
Hasta siempre, Paquita. Tu voz y tu actitud seguirán siendo la banda sonora de la dignidad de muchas.