Un jueves cargado de exclusivas
Comadres, hoy el programa arrancó con una lluvia de bombas. Como siempre, les traje la verdad sin amarillismo y sin miedo. Desde la herencia de la gran Silvia Pinal, hasta las respuestas contundentes de abogados y figuras del espectáculo, este jueves nadie se salvó de quedar expuesto.
La herencia de Silvia Pinal en el ojo del huracán
Una de las noticias que más cimbraron fue la renuncia de María Elena Galindo, quien fungía como albacea en la herencia de Silvia. Y aquí no hablamos de rumores, sino de una decisión que desató sospechas: ¿qué motivó a María Elena a dar un paso atrás?
Su amiga de toda la vida, Norma Lazareno, también rompió el silencio. Y lo hizo con palabras fuertes: aseguró que los hijos de Silvia no son de su familia y que lo único que le duele es ver a su amiga envuelta en tanto bochinche. Imagínense, comadres, el tamaño de esa declaración.
El pleito por el vestido de Dulce
Como si fuera poco, el tema de la cantante Dulce sigue dando de qué hablar. Liz Vega apareció en redes para aclarar que jamás se quedó con el vestido en cuestión, que solo fue prestado por el diseñador Mitzy y que lo devolvió en su momento.
Pero la hija de Dulce, Romina, no piensa quedarse cruzada de brazos. Entre demandas y hasta hallazgos de objetos de brujería, asegura que va a luchar hasta las últimas consecuencias por la memoria de su madre.
Así cerramos el programa
Yo siempre lo digo: en Beristain no hay lugar para el silencio ni para lo políticamente correcto. Aquí se habla de frente y con pruebas. Hoy, entre herencias, vestidos desaparecidos y abogados que se le van con todo a sus rivales, quedó claro que el espectáculo sigue siendo terreno de verdades incómodas.
